domingo, 25 de mayo de 2014

Su cara por última vez





Soltó una sonora carcajada cuando derramé la copa de vino sobre el mantel. Sólo yo me di cuenta. Desde entonces noté que me observaba incansablemente desde el otro lado de la pantalla esperando alguna torpeza mía. Día y noche. También en mis sueños.
Hace 2 años que no enciendo el televisor, pero sé que sigue ahí esperando cualquier oportunidad para reírse de mí. No puedo más. Cuando acabe de redactar esta nota, agarraré el televisor y saltaré por la ventana sin soltarlo. Son 21 pisos. Esta vez seré yo quien me ría de ella al ver su cara de miedo.     
 

                                                         José Manuel Ruiz